Fundació 18 Mayo - Julio de 2021 | Page 66

periencias . Asimismo , también es un lugar común de encuentro para toda la humanidad , ya que , como hemos comentado antes , ya no se trata de una actividad deportiva propia de una cultura , sino que se ha convertido en un fenómeno universal que se practica y se contempla en todos los rincones del planeta . Por lo tanto , nos permite tener algo en común y comunicarnos con personas y grupos sociales muy diferentes a los nuestros . La admiración por un jugador del Barça puede ayudarnos a identificarnos con un chino y un senegalés que , a su vez , pueden conocer la realidad de Catalunya gracias a su afición barcelonista . Esto es algo que pocas actividades culturales pueden conseguir . Además , el fútbol es un juego universal que nos permite practicarlo con cualquier persona . Con un simple balón se produce el milagro de sentirnos parte de un equipo , tal vez sin conocer personalmente a nuestros compañeros . La filosofía , que es amor por la sabiduría , nos debería empujar a amar el fútbol . Por lo tanto , si queremos el fútbol deberíamos intentar elevarlo a su máxima expresión no sólo ética , sino también estética . El fútbol no es únicamente una escuela de valores , una práctica lúdica o
una forma de comunicación entre las personas , cercanas o lejanas . Además , es una experiencia de la belleza escondida en una sucesión de pases , una distribución ordenada dentro del campo o la ejecución de un gesto técnico . Ejecutar un buen fútbol debería ser una de las finalidades de esta práctica deportiva . Uno de los pocos intelectuales que se atrevió a mezclar la filosofía con el fútbol en los medios de comunicación fue Manuel Vázquez Montalbán . Hablando de los entrenadores , se refería a Menotti como un “ marxista posibilista ” y Jorge Valdano como un representante de una “ filosofía postmoderna rehistorificada ”. El entrena-