Jordi tiene 48 años y trabaja como periodista en una cadena de televisión . De los 12 a los 15 años fue víctima de bullying . Nunca le gustó el deporte , ni participar en las clases de gimnasia . Solía pasarse las horas leyendo libros de aventuras o dibujando . Se entretenía haciendo bocetos de sus agresores . Le encantaba dibujarse a sí mismo como si fuera un héroe de Marvel , con las alas de acero , y la rapidez de una gacela saltando . ¿ Cuál es el objeto de la imaginación sino el de mejorar la realidad ? Las alas de Jordi no eran indestructibles , eran frágiles como el cristal . Saltar al potro , correr alrededor de la pista o jugar al fútbol era una pesadilla . Sabía que era constantemente observado , y , a la menor ocasión , agredido por el cabecilla del grupo . Una buena parte de sus compañeros hacían la vista gorda , y la otra animaba el agresor . Se esperaba de él que sólo jugara con las niñas de la clase , o que estuviera cotilleando por las
“ Todo lo que lo hacía destacar se fue perdiendo por el camino ”
“ Comenzó a ser él mismo el día que llegó al instituto ”
esquinas . Pero él no se sentía cómodo con ninguno de los grupos . Su forma de ser era otra . Por las mañanas le costaba levantarse para ir a la escuela y recorría el dolor de cabeza como excusa para no tener que pasar cada día por el mismo . Jordi era un niño inquieto , curioso , con imaginación y talento . Todo lo que le hacía destacar fue perdiendo por el camino . Cada vez tenía un carácter más retraído , e incluso más parecido al de sus agresores . Comenzó de nuevo a ser él mismo el día que llegó al instituto . De repente se encontró con jóvenes semejantes a él , y lo hizo que recuperara paulatinamente su autoestima . n Esta historia está basada en un hecho real . En la actualidad el protagonista está casado y tiene un hijo .